
Encontramos una hostal muy barata cobraban 10 euros diarios, lo que para esta zona es una verdadera ganga. Se llamaba"el rincón"
De camino a lo que sería mi nueva casa, encontramos esta casita con un cartelito encima que decía: "hasta aquí llego la ríada".

Tuvimos oportunidad de conocer lo que sería la sede de la Universidad donde tendría clases

y ver sus alrededores

Cansada me senté junto a un ancianito que tomaba sol a todo su esplendor, desnudo, rodeado de palomas, en medio de una plaza...
El pobrecito señor debe haber tenido algún problema de incontinencia urinaria, porque así, sin más empezó a
miar. A nadie parecía molestarle, así que como el problema era yo, me fuí algo turbada...
De pronto choqué con una pared, por ir pajareando

me dijeron que era una de las dos puertas de la antigua ciudad, del tiempo en el que estaba completa rodeada por una enorme muralla.
En ellas se pueden observar grandes agujeros, que son producto de balas de cañón, arrojadas por los invasores en tiempo medieval.

Las calles aquí están dispuestas de manera circular, vaya por donde vaya, siempre llego al mismo lugar...

me doy vueltas entre una plaza que hay por aquí, que le llaman la plaza de toros...

El Banco de la cúpula de caramelo,
el mercado, la lonja...
Es bastante agotador, pero entretendo de igual forma. Ahora entiendo cómo se sentía Caperucita

Ese día nos sentamos bajo la lluvia a tomar un café. Ahí estamos, saludando.
Antes de irnos a casa, nos vimos de frente con un matrimonio...

Esperé a la novia para preguntarle si
estaba si estaba segura de lo que hacía...
pero me supero la belleza de la costrucción
y me despisté a su llegada,

Y unos simpáticos señores me pidieron que les hiciera una foto...
¡¡Fue justo en ese momento en que lo encontré!!
Al cambiar el rumbo de mi mirada, ahí estaba

¡¡El lugar de las gomitas!!